Haz que doble la pierna para que puedas presionar tu clítoris contra su muslo: ¡dúchate al cielo!
Aparte de añadir una nueva dimensión potencial a tu repertorio de masturbación, empezarás a sentirte cómodo con la emoción de estas nuevas y placenteras sensaciones. Si son apasionantes para ti, el toque suave de tu amante seguramente va a ser todavía más emocionante. Sigue leyendo
