De un modo diferente, sí, pero uniéndonos al fin y a la postre
Después, un día dirás, tu misma, convencida por la propaganda y los hechos consumados, como los castigados que se autoinculpaban en 1984, convenciéndose a si mismo, de que querían al Gran Hermano, ¿Por qué no traes tus cosas y vivimos juntos? Sigue leyendo