Te deleitarás con mi trasero respingón y gozarás de mi cuerpo al límite
Son oscuros sus pelos y el cutis transparente y mórbido al tacto; lo adivino en sus ojos. Sus ojos… No, no consigo verlos pues los ocultan esas largas pestañas, encorvadas como alfileres, que pueden tornarse peligrosas para quien busque la mirada que protegen. Sigue leyendo