Puede servirte para juguetear con tu pareja y cubrirla mientras murmuras palabras en su oído
Seguramente de ahí que, los estudios indican que el hombre es más rejego a este tipo de prácticas, aunado, desde entonces, a la fuerte censura milenaria y al contenido social degradante que acarrean las experiencias anales. Sigue leyendo